La manera más sensata de no gastar tiempo respondiendo una y otra vez las mismas preguntas sin llegar a nada nuevo. Si esperas algo así, ve algún programa “de conversación” en televisión.
1. ¿Tu apellido en realidad es Unda-Sanzana? ¿No son dos apellidos distintos?
Mi apellido paterno es Unda y mi apellido materno es Sanzana. La razón de usar el guión es netamente práctica. Entre 1999 y 2002 estuve viviendo en Inglaterra, país en el cual los nombres se componen de un único apellido. En UK lo usual es que alguien use su primer nombre, luego su segundo nombre o la inicial de éste, y finalmente su único apellido. A los ojos de una persona inglesa, entonces, en Eduardo Unda Sanzana la palabra “Unda” vendría a ser mi segundo nombre, mientras que Sanzana sería mi apellido. De esto a empezar a perder correspondencia mal clasificada en el correo había un paso muy pequeño, por lo que decidí combinar mis dos apellidos con el guión. Con el tiempo descubrí que es algo que varias personas de países de habla hispana hacen. Mis artículos científicos quedaron clasificados bajo esta forma de mi nombre, por lo que, para evitar más confusión, en general he decidido mantenerlo así salvo para situaciones de relevancia legal.
2. ¿Cómo dejo comentarios en tu blog?
Gracias por tu interés en dejarlos, pero no recibo comentarios en el blog. Aunque reconozco que algunas personas que valoro enriquecerían mis opiniones dejando su huella, conozco un número mucho mayor de personas que estoy cierto que escribirían necedades que en algunos casos no sabría cómo borrar sin ofender, y que en otros casos me demandaría un tiempo que no quiero invertir en estar controlando su intrusión en mis escritos. Así las cosas, creo que no abrir el blog a comentarios es una mala solución, pero la menos mala. Las personas con que comparto y que saben que valoro su opinión de todos modos pueden dármela por correo o a viva voz.
3. ¿Por qué eres ateo?
Yo veo más pertinente preguntar por qué tú no lo eres (suponiendo que es la posición desde la cual me haces la pregunta). Creo que ser ate@ es el estado base del cual partimos. ¡No nacemos católic@s! Ni judí@s ni musulman@s ni de ningún otro credo. De ese estado salimos porque algo nos mueve a ello. Típicamente se trata de la tradición familiar, o del colegio en que nos inscriban, o hasta del país donde crezcamos, todo lo cual es muy poco místico en mi opinión. Prefiero pensar que si una persona en algún momento madura su fe y se pone a pensar en por qué cree lo que cree, necesariamente encontrará que o ha vivido una experiencia de revelación (una especie de comunicación directa con alguna divinidad) o tiene un argumento lógico que es incontestable y que abre una interrogante que única y exclusivamente puede ser contestada con la fe religiosa. Pues bien, lo primero no me ha pasado y lo segundo nadie me lo ha provisto. De ahí que no tenga motivación de abandonar el estado base, que es el ateismo.
4. ¿Y qué opinas de las personas que sí son religiosas?
Depende de la persona, depende la religión. Hay personas que a través de la fe que tienen se hacen mejores incluso a mis ojos, que son bastante exigentes. A esas personas las respeto, y normalmente descubro que, de las dos alternativas que planteo para aceptar como respetable una fe (ver pregunta anterior) cumplen con la primera, es decir, son personas que dicen haber “sentido” un contacto directo con cierta divinidad. Presentarse como integrante de una religión en esos términos es algo que se me hace muy meritorio, pues es una opción de vida arriesgada y en la cual nada más que aquello que crees te da soporte.
Lamentablemente hay otras personas que usan la religión como un panóptico desde el cual juzgan, controlan, destruyen. No concibo una guerra por razones religiosas, por ejemplo. Eso me parece un intento de travestir pasiones muy humanas con ropajes de voluntad divina. Misma cosa con esas inmiscusiones en temas de la sociedad civil, tales como el asalto a la posibilidad de uniones entre personas del mismo sexo, resultando en barbaridades tales como que a alguna divinidad X se le hace infinitamente más agradable una unión de hombre-mujer, donde ella sea golpeada, donde el tipo abuse de sus hij@s, donde mutuamente se insulten y se espíen, que una unión entre dos hombres que se quieran, se respeten y se traten con ternura. Con esta gente no concuerdo nada y creo que su fe les hace mal.
5. ¿Qué opinión tienes de la comunidad astronómica amateur chilena?
Esta pregunta es algo que a veces me llega debido a que estuve algunos años ayudando intensamente a mantener con vida un organismo muy idealista que se llamaba Red Chilena de Astronomía (RChA), basada en principios de participación libre, transparente y democrática. Esto significaba mucho trabajo y, cosa que algunos pajarit@s nunca entendieron, nada de poder, pues la influencia que uno tenía en las cosas era nada más proporcional a cuánto estuvieras dispuest@ a aportar. Si trabajabas mucho influías mucho. Si nada más te sentabas a esperar a ver lo que l@s demás hacían, obviamente no influías gran cosa.
Mi gran conclusión después del tiempo trabajando en la RChA no es sorprendente: la comunidad astronómica amateur chilena es un grupo como cualquier otro, con la plétora de defectos y la exigua carga de virtudes de cualquier subconjunto de la sociedad chilena. Conocí gente de una nobleza extraordinaria, con la cual afortunadamente tengo todavía el honor de comunicarme y en algunos casos el privilegio de su amistad. Lamentable pero predeciblemente descubrí también personas de una vileza pasmosa, cuyos actos sería vergonzoso consignar y es decididamente triste recordar. Algunas de estas últimas personas afortunadamente mostraron su carácter a poco andar y no debí soportar la desgracia de relacionarme con ellas. Otras, lamentablemente, actuaron de manera mucho más larvada y en cierta forma precipitaron la fatiga de la RChA como plataforma que tomara en cuenta a tod@s y no sólo a un puñado de personas con privilegios. Este proceso hizo que la comunidad astronómica amateur chilena, como un conjunto, perdiera interés para mí, siendo reemplazado sin la menor amargura por el entusiasmo en cultivar algunas relaciones individuales que encuentro mucho más valiosas.
6. ¡Hey! No estoy de acuerdo con eso que dices respecto a X (X= religión, astronomía, etc.).
Celebro la diversidad de opiniones en el mundo. También espero que lo hagas tú, pues no te voy a decir que las cosas son maravillosas sólo para que te sientas mejor, ya que no pienso que lo son y no acostumbro mentir. Por otra parte mis opiniones las doy a título personal, así que tengo un derecho a hacerlo que no planeo negociar.
Si te molesta algo de lo que escribo, entonces quizás lo que escribo simplemente no es apropiado para ti. Mejor no me leas. Anda a alguno de los otros millones de sitios web en el mundo y olvida que éste existe.