Me entró la curiosidad por ver si un teleobjetivo seteado a 85 mm producía resultados similares a los de una lente de 85 mm. ¿Por qué 85 mm? Porque es una distancia focal que se recomienda mucho para retratos. Como se ve en las imágenes siguientes, aunque la distancia focal sea la misma, la lente de distancia focal fija tiene la versatilidad de poder cambiar la razón focal cerrando el diafragma. Esto produce un interesante “bokeh”, que es un término popular en fotografía para referirse a lo borroso (en un sentido estético) del fondo. En cambio, el teleobjetivo sólo es capaz de producir una razón focal dada para cada distancia focal que se setee en la lente.
Para este test usé una lente Samsung 50-200 mm, con razón focal que varía entre 4 y 5.6. La lente de 85 mm fue una Rokinon cuyo diafragma se puede cerrar cambiando la razón focal entre 1.4 y 22.
Samsung 50-200 mm seteado a 85 mm
Rokinon 85 mm seteado aproximadamente a f/22
Cualitativamente es muy similar al resultado del teleobjetivo, así que hasta aquí no se aprecia ninguna ventaja en tener una lente especial sólo para esta distancia focal.
Rokinon 85 mm seteado aproximadamente a f/1.4
Esto cambia radicalmente la conclusión anterior. El fondo es muy diferente, y también en el rostro retratado no todos los rasgos estén en foco. Esto genera una sensación de mayor cercanía con el sujeto.
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