Éste es un plato architípico español, muy sabroso y notablemente simple de preparar. Se puede comer directamente por trozos, o hecho sandwich (muy rica en baguette con tomate y un poco de aceite de oliva), o acompañando una ensalada… en fin, el límite es la imaginación.
4 papas grandes (más o menos del tamaño de un puño).
1 taza de aceite de oliva.
3 cucharadas de aceite de oliva.
4 huevos.
1 taza de cebolla picada.
2 cucharaditas de sal.
Perejil o cilantro para decorar.
Pelar las papas y cortarlas en rebanadas de un par de milímetros de grosor. En una olla pequeña calentar el aceite y agregar las papas rociando con una cucharadita de sal. Freir a fuego medio por 10 minutos, moviendo ocasionalmente las papas con una espumadera, tratando de que se cocinen parejamente. Agregar la cebolla y freir por otros 10 minutos, revolviendo ocasionalmente. Apagar el fuego y poner la mezcla sobre un colador para botar el exceso de aceite.
Aparte batir los huevos y agregar la cucharadita de sal restante. Unir esto a la mezcla anterior de papa y cebolla, revolviendo ligeramente.
En una sartén de unos 20 cm de diámetro calentar las 3 cucharadas de aceite de oliva y freir la mezcla de papa, cebolla y huevo durante 2 minutos. Con ayuda de un plato o la tapa de una olla invertir la tortilla en la sartén, de modo que se fría por el otro lado durante 3 minutos. Apagar el fuego y retirar la tortilla de la sartén. Decorar con hojas de cilantro o perejil.
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