Continuando con la saga culinaria, éste es un plato del cual ya he recibido varias peticiones de receta: quiche vegetariano. Queda rico, pero hay que aplicarse un poco. Como con todas las recetas, es posible hacer simplificaciones, cambiar ingredientes, dejarse vencer por la lata, etc. pero si después no le queda igual de rico, no se queje.
Lo primero es hacer la pastry. No sé cómo le llaman a esto en castellano, pero me refiero a la masa que forma la base y paredes del quiche. Hay varias maneras de hacer la pastry, pero últimamente favorezco una que incurre en un pequeño lujito:
125 g queso crema
125 g mantequilla, cortada en trozos
190 g harina
Mezclar la mantequilla y el queso crema en un procesador de alimentos hasta que esté cremoso y suave. Luego retirar la mezcla, ponerla en un bowl y agregar la harina, mezclando con un tenedor formando migas. Estas migas deben poder apretarse y formar algo compacto. Sólo si fuera necesario agregar no más de una cucharada de agua para compactar las migas, pero probablemente no sea necesario. Apretar la masa (las migas compactadas) contra la base y paredes de un molde de 24 cm, forrándolo. La idea es que quede una capa delgada de masa, pero que no se rompa. Cabe mencionar que hay otras pastries en que no se usa queso crema, y que se uslerean en una capa delgada antes de amoldar. Ésa es otra técnica que también resulta, pero no la he probado con esta masa.
Una vez que el molde está forrado, ponerlo al refrigerador mientras se sigue cocinando.
Luego dorar en una sartén diversos vegetales (usando idealmente aceite de oliva), calculados aproximadamente para llenar el volumen del molde. Aquí yo ocupo más que nada mi instinto así que lo siguiente son orientaciones generales solamente. En la sartén se puede poner, por ejemplo, pimiento rojo, pimiento verde, cebolla, ajo, zapallo italiano y champiñones; choclo, espárragos, aceitunas, zanahoria también funcionan muy bien, y en realidad la lista de posibles ingredientes es muy larga. Hay que ser cuidadoso con el orden en que se pone todo esto, pues hay vegetales que demoran más en dorarse que otros, pero eso ya es cuestión de experiencia… Por inclinaciones estéticas yo corto todo en trozos entre pequeños y medianos antes de llevarlos a la sartén, pues me parece que luce mejor en el quiche terminado. Cuando estén ligeramente dorados, retirarlos del fuego.
Aparte, batir 5 huevos y un cuarto de taza de crema, agregando sal y pimienta a gusto. Si no tienes crema puede hacerse con un poco de leche. Agregar un puñado de hojas de albahaca pasadas por el procesador de alimentos (o picadas muy finamente con un cuchillo) y una cucharadita de orégano. Mezclar los vegetales con este batido de huevo (en un bowl frío, para que el huevo no se encuentre con la sartén aún caliente y se empiece a freir), y unir esto a una y media taza de queso picado. Si tienes cheddar, date con una piedra en el pecho y úsalo. De otro modo, Gauda o Edam son sustitutos apropiados. Por último el queso amarillo que vendan en el negocio, ya, qué diantres…
Finalmente, depositar la mezcla de vegetales, huevo y queso en el molde forrado con pastry y llevar al horno en la bandeja más baja por alrededor de 50 minutos. Desmoldar con cuidado (si es que el molde es de esos que se abren por el costado) o servir directamente desde el molde, cortando rebanadas con un cuchillo y espátula.
Un truco que despierta aún más el apetito visual es espolvorear un poco de queso parmesano sobre el quiche, y llevar por un par de minutos al grill (con cuidado, no se vaya a quemar y arruinar la obra de arte). La gracia es que el queso parmesano se dora con un color diferente al que toman los otros quesos. Ese contraste de colores hace parecer más interesante (=sabroso, tentador) lo horneado.
Disfrutar con ganas. Rinde para unas 8 personas civilizadas, o unas 2 o 3 glotonas.
Miau miau miau miau miau…. Miau…. Miau….
Mmmm ñammmmmmmmmmm
Burrp
Ahhhh… Yummy
Gwiyomiiii 🙂
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