Gat@s con que he vivido
No tengo fotos de tod@s l@s gat@s con que he compartido casa. Particularmente de dos que me traen recuerdos muy tristes (Coca y Rapsodia) no hay más registro que el que llevo en la memoria.
Calcetina (2008 – )
Siguiendo una larga tradición de que yo pongo los segundos nombres de l@s gat@s, se llama Calcetina Violeta. A veces el nombre se me enreda con el de Volantina, porque rima, pero la verdad se parece mucho más a Benjamín. Su denominativo informal es, consecuentemente, “la gata cucú”.
Calcetina llegó al departamento gracias a Ivania. Fue un día de encuentros a lo Moisés, en que la vida le lanzaba un gato tras otro diciendo “¡sálvanos!”. Mi teléfono sonaba cada vez que esto pasaba, y yo dispensaba los disuasivos habituales casi como una contestadora mental. La última gata, ésta, planteó un dilema más complejo pues estaba afuera de la casa de Ivania, de modo que era difícil irse y esperar lo mejor para ella. Evidentemente necesitaba ayuda, pues le habían pegado y tenía una pata quebrada. Nos hicimos cargo de ella ese día y luego una cosa llevó a la otra… Ahora vive en mi departamento. Como Ivania se la encontró alrededor del 19 de diciembre de 2008 y el veterinario estimó que tenía un mes, convencionalmente decimos que nació el 19 de noviembre del mismo año.
¿Cómo es de carácter? Cucú. De la gata enclenque y tímida que llegó a la casa, evolucionó en cosa de días en un ser cibernético que tiene unas pocas directivas en su cabeza: morder, comer, aparecer de pronto corriendo eléctricamente y huir de inmediato (a menos que haya alguna posibilidad de morder o comer). Ocasionalmente le dan arranques de ternura, pero cuando se da cuenta creo que lo interpreta como una malfunción así que se pone a morder.
Mi principal preocupación es que aún no la he visto patulequear. (Update: Después de alrededor de un año de pronto comenzó. Quedó muy desconcertada.).
En esta foto lleva un día en la casa.
Le gusta mucho jugar con los zapatos y chalas. Tiene una inquietante obsesión por poner coles dentro de los zapatos, a veces de manera tan ordenada que he llegado a pensar que está construyendo algo.
Esta planta murió hace tiempo. A Calcetina le parece la cama perfecta más que un sitio para rememorar la vida de su previa ocupante.
Y mi juego de living es justo, justo, justo de ese material que es tan rico rasguñar.
Esto es de cuando se pone eléctrica y corre de un lado a otro intentando llenar cada recoveco de la casa.
¿No dije que le gusta morder? Pretty scary, uh?
Fraulein (1992 – ?) y Silueta (1993 – ?)
Fraulein (aka Frondi, Froli) llegó a fines de 1992, y Silueta (aka Silhouette, Shile, Shileta) unos seis meses más tarde, siendo hijas de la misma madre (Lady). Tras una operación de esterilización ambas exhibieron algunos problemas cutáneos, que en el caso de Silueta demoraron muchos años en remitir y le dejaron algunas secuelas psicológicas. Fraulein era de temperamento muy tranquilo y se recuperó pronto. Ella asumió espontáneamente el rol de superiora de tod@s l@s numeros@s gat@s que llegaron en años siguientes.
Fraulein, posando para la foto. Ella era muy relajada; la más sabia de tod@s l@s gat@s con que he convivido y would-be-mother de vari@s.
En esta foto está tomando sol, pero a menudo se la veía en el techo haciendo que l@s demás gat@s volvieran a casa sin perderse.
La Silueta era un poco cucú, pero no como Calcetina o Benjamín, sino que vivía en su propio mundo, entre obsesiones muy intensas. Por mucho tiempo le dio por pararse junto a la ventana, desde que amanecía hasta que anochecía.
Lilith (1998 – 2013)
El nombre completo es Lilith Octavia (aka Lili). La Sole la encontró en Lota el día en que murió Octavio Paz, con lo que se ganó su segundo nombre. El primero es resabio del feminismo duro de la Sole en aquella época, pues recuerda al mito de Lilith como una esposa de Adán distinta de Eva, y sin la sumisión de esta última.
Lilith llegó en 1998 a la casa, en un tiempo en que Soledad y yo llevábamos un par de años sin contacto. Me la había enviado ella, como un paso de acercamiento. Otras personas se envían flores o chocolates, nosotros nos enviábamos gat@s…
Aquí está oliendo la flor de la plata. Oliéndola hasta empezar a tocarla. Tocándola hasta empezar a morderla.
Hoy (2010) está bastante más gorda que antaño. No se nota en la foto, aunque es una toma reciente.
Lilith murió pacíficamente el 23 de marzo de 2013.
Benjamín (1999 – 2003)
Cuando empezamos a vivir juntos con Soledad (comienzos de 1999) Lilith quedó en la casa de mi mamá, pues consideramos que no era buena idea sacarla de lo que ella entendía como su casa. Nos instalamos en Chiguayante y al poco tiempo empezamos a necesitar un gato. Al mismo tiempo, en casa de mi mamá, alguna gata (¿Lilith? ¿Fraulein? no lo recuerdo ahora) acababa de tener hijos. Una cosa llevó a la otra, y, bueno, Benjamín (aka Benjo) llegó a la casa. Respecto a su segundo nombre hubo una larga disputa pues yo era partidario de que fuera Bolero (como en las canciones), pero a nadie más que a mí pareció gustarle la idea. Creo que Soledad no propuso un segundo nombre, así que permaneció como Benjamín.
El gato, que en cierta forma yo había escogido por pena de que nadie lo iba a querer ya que era tan chiquitito y medio pavo, terminó siendo un verdadero psicópata al crecer (conclusión que puedo defender con el DSM-IV en la mano). Creo que resentía el pasar mucho tiempo solo en la casa (primero en Chiguayante, luego en Barros Arana, frente a la Plaza España) de modo que se desahogaba con lo que tuviera a mano.
Cuando nos fuimos a UK (septiembre de 1999) quisimos llevarlo, pero resultó imposible. En UK imponen una cuarentena de seis meses, que hubiera sido terrible para él y para nosotros, de modo que también quedó en la casa de mi mamá. Pensábamos que sería un momento difícil despedirnos de él, que nos echaría de menos, que no le gustaría el alimento, un sin fin de cosas. En la práctica no transcurrieron cinco minutos y ya habíamos pasado a la historia; estaba feliz, y dicen que siguió así, jugando y gozando la vida, hasta el día que murió, por ahí por el 2003, unos meses antes de que volviéramos a Chile.
Una de las típicas acrobacias del Benja. Habría sido un tremendo aporte para un grupo de circo-teatro.
Cuando Benjamín descansaba, tenía muy claro en qué lugares podía echarse y en qué lugares no. Hacían una simbiosis muy especial con la Mami.
Y a veces tiendo a olvidar por qué decía que el gato estaba cucú… En fin.
Volantina (2003 – ) y Perejil (2003 – )
Este par lo encontró la Sole en Concepción, en la intersección de Cochrane y Angol. De ahí que sus nombres completos son Volantina Cochrana (aka Volita, Voli Voli) y Perejil Angol (aka Perejo). El nombre de Volantina es motivo de frecuente confusión para mucha gente, que creen que en realidad se llama Valentina. El nombre Volantina es el femenino de Volantín (cometa, papalote).
Perejil y Volantina llegaron a la casa en diciembre de 2003, dos meses despues de que con la Sole habíamos regresado a Chile desde España.
En esta foto llevan más o menos un mes en la casa. La Sole los encontró en muy malas condiciones de salud, pero comenzaron a reponerse pronto.
Aquí ya tienen dos años. Volantina está parcialmente en una de sus poses características, medio apoyada en una silla y dejando que sus dos patas delanteras cuelguen en el vacío. Les gusta mucho hacer cosas juntos.